7 regalos más uno

Estimados Reyes Magos de Oriente.

Aprovechando que este artículo se publica el 5 de enero, preludio de la noche mágica en la que vienen a visitarnos, quisiera lanzarles esta misiva con algunas peticiones. Vaya de antemano la seguridad de que he sido una niña considerablemente buena, éste y los 41 años anteriores, y por tanto solicito considerar mi parte de este trato por más que saldada.

Primero, me gustaría que cediesen alguna vez sus privilegios como hombres en esta sociedad patriarcal, dando un paso al lado y permitiendo Reinas Magas, entiendan ustedes la metáfora, de cuando en cuando, sin que esto genere un ofensa o caos de ningún tipo. Las mujeres podemos cruzar en camello el mundo en una noche y portar regalos a todos y todas las niñas, igual que cualquier hombre. Y ya que estamos, si a la igualdad real pudiesen asegurarle el fin del terrorismo que es la violencia machista, sería realmente fantástico.

Segundo, ya está bien con esto de la pandemia. Hemos tenido bastante. Hemos aguantado olas o más bien tsunamis. La mayoría hemos acatado las normas, incluso cuando eran contradictorias o incoherentes, atendiendo a la responsabilidad y con una comprensión infinita hacia las circunstancias y la dificultad de gobernar el caos. Hemos tirado de empatía incluso cuando ni en la segunda, tercera, cuarta, quinta o sexta oportunidad las comunidades han optado por priorizar lo social y la sanidad pública, poniéndose al lado de los y las sanitarias y los servicios esenciales. Esos a lo que aplaudíamos a las 20 h. y hemos olvidado horas más tarde. Entenderán sus majestades que empezamos a estar un poquito hasta… el moño.

Tercero, intuyo que venís a día 5 hacía el 6 para que no tenga tentaciones de pedir que me toque el gordo de la lotería. Pero un poquito de redistribución solidaria de la riqueza y las oportunidades no estaría mal. Quizás no basta con recordar que en África no están llegando las vacunas, porque llevamos años recordando que hay países a los que tampoco les llega la comida, ni los derechos más básicos… y seguimos sin reaccionar contundentemente.

Cuarto, lo del cambio climático sus majestades… esto también lo están dejando para otro año y empezamos a tener problemas serios. A lo mejor tendrían que traernos el carbón en papeleras de reciclaje, aunque fuese para ir empezando por ahí, y de ese ahí, hacia arriba.

Quinto, en lugar de las cajitas de smartloquesea, creo que podrían repartir esta noche vales para empatía. Hoy en día va justita con el poder que nos otorgan las redes para meter nuestra opinión con calzador en cualquier espacio con caracteres disponible. Un poquito de empatía y si viene con un 2×1 de coherencia, yo de verdad que les estaría muy agradecida.

Sexto, como la reforma laboral nos ha llegado antes de tiempo -aunque aún haya quien prefiera no votarla a favor porque en su balanza los votos pesan más que las personas- sí que les voy a pedir un poquito de calidad en los trabajos, que la innovación sea un punto a tener en cuenta y nuestros modelos productivos se adapten al progreso, de la mano de la educación y la formación.

Séptimo y aquí termino. Sería un regalazo, no se lo voy a negar, un poquito de buena suerte, así, en general, para todos y para todas.

Ah, y un libro, cualquiera de Almudena Grandes para dejar en la casa de Almeida. Nunca hay que perder la esperanza en que incluso quien no quiere, acabe aprendiendo algo.

Buenas fiestas.

publicado en https://elfar.cat/art/39029/siete-regalos-mas-uno